10 de enero de 2020. Nadie utiliza la palabra covid, no se ha descubierto oficialmente ningún contagio fuera de China, ese mismo día la OMS publica una primera serie de recomendaciones sobre cómo detectar casos y cómo actuar.
Mientras tanto, en las instalaciones de Impresum, una nave del número 20 de la calle Vicent Lleó de València, reina el ambiente festivo de los grandes estrenos. Allí estamos Dani Matoses como anfitrión, el diseñador Diego Obiol, la fotógrafa María Mira y servidor. Con nosotros, Héctor Merienda, primera portada y primer entrevistado de Print.
Esa euforia jaranera se mantuvo en las dieciséis entrevistas realizadas, incluso en aquellas que no fueron presenciales, sino por zoom. Y se extendía por los almuerzos previos y aperitivos o comidas post, por las visitas guiadas por las fascinantes instalaciones de la imprenta (esas máquinas, esos papeles, esas publicaciones…), por las charretas que ayudaban a romper el hielo o por los mensajes whatsapperos con los protagonistas para matizar datos o resolver dudas.
Ha sido la experiencia periodística más gratificante de todas en las que he participado. Por libertad, por contenido, por remuneración, por facilidades, por extensión…No os creáis a quienes vociferan que no se puede hacer buen periodismo hoy en día.
Esa euforia jaranera se mantuvo en las dieciséis entrevistas realizadas, incluso en aquellas que no fueron presenciales, sino por zoom. Y se extendía por los almuerzos previos y aperitivos o comidas post, por las visitas guiadas por las fascinantes instalaciones de la imprenta (esas máquinas, esos papeles, esas publicaciones…)
Para un fan de las entrevistas (de hacerlas y de leerlas) este trabajo ha sido como un regalo. Todas se acercaron a la hora y media o dos horas (tres con Juan Nava, ¡récord absoluto!). Era costumbre que Dani y Diego aparecieran casi al final, tocaran a la puerta y asomaran la cabeza preocupados por si seguíamos con vida. Mi respuesta siempre era la misma: «dos preguntas más y acabamos», ante el alivio de la persona entrevistada. Nunca fueron dos.
Joan Quiros en su estudio con los bocetos del extra de su número.
Hubo entrevistas a distancia (Joan Quirós, Juárez Casanova), con mascarilla (Carla Fuentes, Calpurnio), en sus estudios (Yinsen, Lina Vila, Juan Nava), en Impresum (Merienda, Sergio Membrillas, Julián Martínez, Inma Femenía, Ricardo Cases) o en un museo (Luce).
Incluso recibimos visitas desde otras ciudades (Rayitas Azules, Susana Blasco, Laura Meseguer). De todas ellas, cuesta no guardar un recuerdo especial de la del padre de Cuttlas. Tremendamente educado, humilde y carismático; con su porte de actor neoyorquino; paciente ante la tonelada de preguntas que llevaba preparadas.
Para un fan de las entrevistas (de hacerlas y de leerlas) este trabajo ha sido como un regalo. Todas se acercaron a la hora y media o dos horas (tres con Juan Nava, ¡récord absoluto!). Era costumbre que Dani y Diego aparecieran casi al final, tocaran a la puerta y asomaran la cabeza preocupados por si seguíamos con vida. Mi respuesta siempre era la misma: «dos preguntas más y acabamos», ante el alivio de la persona entrevistada. Nunca fueron dos.
Print nació para celebrar los 25 años de Impresum. No se cumple un cuarto de siglo todos los días. Y menos un negocio familiar. Por eso hay que celebrarlo siempre. En la imprenta decidieron hacerlo como mejor saben… imprimiendo. Así nació PRINT… y su hermana pequeña digital NOPRINT. La primera en papel y trimestral, la segunda digital y mensual. Ambas gratuitas y con contenidos propios, nada de copiar y pegar.
El último número de Print con Juan Nava ha cerrado una etapa, pero no se vayan todavía que aún hay más. Cede el relevo a otra publicación, LOCAL, que ampliará su campo de acción más allá de la ilustración, el diseño o las artes gráficas. ¡Nos vemos, muy pronto, en vuestros buzones!
Imagen de cabecera cortesía de Joan Quirós.
