El segundo número de nuestra publicación LOCAL nos ha llevado a la Granja de la Costera, un pequeño pueblo con 300 habitantes situado en una llanura rodeada de campos de cultivo. Sus tierras se dedican primordialmente a los cultivos frutícolas de regadío, principalmente la naranja.
Pero lo que hemos ido a buscar allí no son naranjas sino cacaus. Los que cultivan Ana Climent y su padre con un proyecto, Cacaus Climent, que no solo busca recuperar variedades tradicionales como Collaret y Cacaua, sino que también promueve prácticas agrícolas regenerativas.
En este número conoceremos este proyecto que ha impulsado Ana, que va más allá del negocio agrícola; busca preservar una herencia cultural y fortalecer el tejido económico local mediante el cultivo de cacahuetes.
Todo unido al legado de su padre, un agricultor con más de cuarenta años de experiencia, quien ha sido su guía en el proceso práctico y coprotagonista tanto del proyecto como de la sesión de fotos que hicimos con María Mira en los campos y el obrador que tiene la familia en la antigua casa familiar.
En la entrevista de Clara Sáez descubriremos los orígenes de CA Climent y como Ana combina su trabajo agrícola con Barana, una empresa de marketing con propósito junto a dos socios, enfocada en promover prácticas sostenibles relacionadas con el campo, como el control de plagas sin tóxicos y la promoción de productos con denominación de origen.
Esta dualidad entre la preservación agrícola y el emprendimiento urbano muestra su compromiso con un modelo un modelo agrícola sostenible y conectado con la identidad cultural valenciana. Su historia refleja cómo el emprendimiento puede fusionar la pasión personal, la innovación y el compromiso con el bien común.
Dentro del sobre de este número de LOCAL encontrarás una semilla de cacahuete de una de las dos variedades —Collaret o Cacaua—. Estamos en la etapa ideal para su siembra y cultivo, así que esperamos que con las instrucciones que te damos pongas de tu parte en el rescate de estas variedades en peligro de extinción.
Vínculo entre diseño y compromiso
La asociación del diseñador e ilustrador Diego Mir y el colectivo Per l’Horta, una organización comprometida con la defensa del patrimonio agrícola, ambiental y cultural de la huerta de Valencia, son también protagonistas de este segundo número de LOCAL.
Diego Mir ha contribuido diseñando elementos impresos en Impresum que no solo concienciar sobre las amenazas inmediatas a la huerta valenciana, sino que también subrayan la importancia del relevo generacional en la agricultura.
Fotos el proyecto: Sara Azorín