Elsa Yranzo, diseñadora gastronómica, y Marina Senabre, arquitecta y diseñadora gráfica, son las creadoras de La Imperfecta Belleza. Una iniciativa que tiene mucho que ver con la ecología y el consumo responsable, y para la que han contado con Impresum como imprenta profesional para realizar una publicación impresa.
El proyecto de La Imperfecta Belleza parte de una premisa: evitar desechar comida, simplemente por no cumplir con unos cánones estéticos impuestos por los grandes grupos de distribución. Existen cánones de belleza que deciden si las piezas son aptas para el consumo. Casi sin notarlo hemos asumido una belleza como natural, cuando en realidad no lo es.
Nuestro trabajo en la publicación impresa La Imperfecta Belleza
Este proyecto pretende poner de relevancia una realidad y modificar nuestros hábitos de consumo, despertando conciencias y animando a los consumidores a comer fruta y verdura imperfecta que va a ser desechada. Para ello, abarca coloquios, exposiciones, publicaciones y cenas íntegramente con productos recuperados e imperfectos.
La primera edición de La Imperfecta Belleza contó con una publicación impresa realizada por Impresum, bajo la dirección creativa de Marina Senabre. En esta revista se muestran imágenes de verduras imperfectas, fotografiadas por la fotógrafa Ampi Aristu, en las que destaca la naturalidad y la belleza de los alimentos, aunque estos no cumplan con los estándares de aspecto exigidos por los grandes distribuidores.
Y ya van por el segundo número…
No hace mucho se ha lanzado el segundo número de esta publicación, que abre el debate sobre los cánones de belleza utilizando la piel de los alimentos como hilo conductor. Una exposición fotográfica de pieles «imperfectas» con instalaciones gastronómicas, una cena y, de nuevo, una publicación impresa por Impresum con productos vegetales imperfectos y recuperados, con unas características diferentes a la primera edición. «Se pretende que cada publicación de Imperfecta Belleza sea distinta», explica Dani Matoses, gerente de Impresum.
En este proyecto también ha intervenido el taller de serigrafía Barba, realizando las portadas de las dos ediciones. Marina Senabre, diseñadora gráfica, destaca que «es un trabajo muy bonito, ya que se realizó sobre restos de papeles de otros proyectos que ellos tenían en el taller «. De esta manera, las portadas fueron de colores y texturas distintas, y al mismo tiempo enfatizan el concepto de reutilización o reciclaje y de dar uso a lo que ya se iba a tirar. «A ese papel se le dio una segunda vida, igual que sucede con las verduras de las cenas». El evento de presentación del segundo número de La Imperfecta Belleza tuvo lugar en Espacio 88, de la mano de la chef Nerea Hoyos.
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