Algo tan sencillo como probar un micrófono, asegurarse de que esté conectado y encendido, y luego pronunciar algunas palabras. Los «hola», «sí», «probando», «uno», «dos», etcétera– abandonan su condición de signo o abstracción de una realidad y se proyectan en el espacio como herramientas que sirven a un propósito concreto: el de constatar su correcto funcionamiento.
Rafael Guijarro y su libro hola hola hola hola nos lleva a pensar en cómo las palabras, en este contexto, dejan de ser simples sonidos para convertirse en algo tangible, casi palpable. Algo similar ocurre en la poesía, donde las palabras adquieren una profundidad y un significado que va más allá de su definición literal.
Luis Lechosa aporta el diseño gráfico y nosotros la impresión de esta pieza editorial con encuadernación fresada, con serigrafía en portadas, y con un curioso detalle troquelado del lomo nos muestran que la belleza puede encontrarse en los detalles más simples.
Es importante destacar que esta publicación ha sido posible gracias a las ayudas Apoyo a la Creación de la Fundación Rafael Botí, resaltando la importancia del apoyo en la difusión del arte y la cultura.
Una invitación a explorar el poder de las palabras y a apreciar la belleza que se esconde en los pequeños detalles de la vida cotidiana.
Si os interesa, el libro está disponible en https://tejidoajado.xyz