La encuadernación es el proceso de acabado de impresión mediante el que se sujetan las páginas de una publicación para que queden unidas. Y existen numerosos tipos de encuadernado con diferente durabilidad, estética, coste y características funcionales.

Si estás pensando en imprimir tu proyecto y no sabes qué tipo es el más adecuado, toma nota de los siguientes sistemas de encuadernación.

Las publicaciones impresas –como los libros, revistas o catálogos– agrupan sus páginas en un solo volumen mediante el encuadernado. Existen muchas maneras de hacerlo, pero hay tres tipos de encuadernación muy comunes en las imprentas.

Encuadernación americana (fresada)

Encabeza esta lista la encuadernación americana o fresada. Consiste en unir hojas separadas mediante cola para, más tarde, añadir tapas. Este sistema se utiliza en publicaciones con mucho volumen de hojas y para cantidades cortas, asegurando que el encuadernado va a ser firme. Se pueden usar varios tipos de cola: desde la cola tradicional hasta la cola PUR (esta es la más efectiva para encuadernar muchas páginas sueltas debido a su alta densidad y resistencia). En impresum es la que usamos para proyectos de tirada corta, entre 25-50 libros hasta 200-300 unidades y la que ponemos a nuestras libretas.

Encuadernación en rústica

Otro tipo de encuadernación es en rústica. Para llevarla a cabo es necesario reunir varias colecciones de pliegos ­–de entre 16 y 32 páginas– para, después, coserlos por uno de los lados y encolarlos. Una vez se ha realizado este proceso los pliegos de los tres lados restantes se cortan, dando lugar a las hojas finales del libro.

Encuadernación con grapas

La encuadernación con grapas es uno de los sistemas tradicionales más económicos y sencillos de llevar a cabo. Se trata de unir las hojas de la publicación mediante grapas en el pliegue central y en posición vertical. Existen diferentes tipos de grapas, como las habituales o las omegas (con la forma de esta letra del abecedario griego). El único inconveniente de esta encuadernación es la limitación de páginas a unir, ya que cuando superan las 96 páginas comienza a perder efectividad.

¿Qué tienen en común estos tres tipos de encuadernación? En primer lugar, el desarrollo automatizado de las mismas. Las imprentas, por su gran demanda en el sector, han optado por industrializar los procesos de encuadernado con el objetivo de simplificar estas técnicas que comenzaron de manera artesanal en el siglo XIX. Y, en segundo lugar, la posibilidad de forrar (o no) la publicación con papel, tapas, cartón o cualquier otro material tras finalizar el proceso de encuadernación.

Otros sistemas de encuadernación

Además de estos tres tipos de encuadernación, también existen otros que suelen reservarse para ocasiones puntuales.

Por un lado, encontramos la encuadernación en espiral, también llamada «en gusanillo». Se trata de un sistema muy asequible basado en pasar una espiral de alambre a través de una serie de perforaciones realizadas previamente en el lado izquierdo de las páginas de la publicación.

Por otro lado, el proceso de la encuadernación wire-o es muy similar al anterior. La única diferencia es que dicha espiral, en lugar de ser sencilla, es doble. Este tipo de encuadernado es muy frecuente en publicaciones con un gran número de páginas.

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En cuanto a la encuadernación con tornillos, como su propio nombre indica, requiere de tornillos en el proceso de unión de las páginas. Para incluir estos fijadores entre las páginas es imprescindible haber creado con antelación las perforaciones necesarias. Normalmente se realizan dos agujeros (aunque pueden ser más): uno a la mitad de la parte superior de las hojas y otro a la mitad inferior.

Por último, la encuadernación japonesa (o «cosido japonés») es uno de los sistemas más elegantes y sofisticados. Exige de habilidad artesana para confeccionarla, ya que el cosido no es automatizado y las formas resultantes han sido ideadas con un fin decorativo. Este tipo de encuadernación presenta una peculiaridad: por lo general, una vez acabado el proceso de encuadernado, no se suele tapar el lomo de la publicación ni se oculta el hilo utilizado para coser. La intención es poder apreciarlo cada vez que se tiene contacto con la publicación.

Si has llegado hasta aquí, debes tener en cuenta que tu proyecto tendrá unas características estándar, pero también únicas, y que el tipo de encuadernación dependerá de los elementos que quieres destacar de él, además del uso y contexto que se le destine (doméstico, académico, profesional…).

Desde Impresum ofrecemos diferentes tipos de acabados. Pero, recuerda: siempre que no encuentres la opción que buscas en nuestra web, podemos pasarte un presupuesto a medida. Contacta con nosotros y te ayudaremos.

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