Hoy en día estamos muy acostumbrados al CMYK. Sabemos que se trata de un modelo de color que emplea cuatro colores básicos para realizar impresiones a color mediante la mezcla de pigmentos. Pero no mucha gente conoce que existe un modelo de color que va más allá; hablamos de la hexacromía.
Inventado por Richard Herbert, desarrollado por Pantone e introducido en al mercado en 1995, la hexacromía es una evolución del modelo tradicional al que se le ha añadido dos colores más: el verde y el naranja. De este modo y a partir de los cuatro colores básicos cyan, magenta, amarillo y negro, y sumando el naranja y el verde, se ha generado un espacio de color que permite alcanzar un mayor número de colores (CMYKOG). Es por ello que normalmente este modelo de color se emplea en impresiones de alta calidad en las que es muy importante reproducir lo más fielmente posible el espectro de colores que el ser humano es capaz de visualizar. Gracias a la variedad de tonos y al poder de definición de la imagen, suele emplearse, por ejemplo, en packaging y en publicaciones de arte, y para la reproducción de obra impresa gracias a los plotters que incorporan estas tintas.
Para hacernos una idea de la capacidad de reproducción fiel de la hexacromía, solo hay que comparar imágenes impresas en cuatricromía y en hexacromía o, en su defecto, comparar porcentajes: con el CMYK es posible mostrar un 70% del espacio de color Pantone mientras que con los seis colores se alcanza hasta un 90-93%. Esto significa que la pieza final tendrá colores más saturados, más contrastados, más luminosos, colores vibrantes y tonos sutiles. Esta publicación está patrocinada por nuestros socios.
Como en todo, existen ventajas y desventajas. Lo mejor de la hexacromía es claramente la reproducción fiel de la que hablamos, pero para conseguirla hay que pagar un precio elevado. Debido a esto, no suelen imprimirse en hexacromía trabajos convencionales ya que no saldría rentable.
El importe, frente a la tradicional cuatricromía, aumenta. Por ejemplo en offset, además de asumir el coste de las dos tintas nuevas, hay que tener en cuenta que al añadir dos colores más, se hace necesario crear dos planchas más por pliego. Además, hay que sumar la necesidad de una máquina de impresión de 6 cuerpos. Podría hacerse en una de 4 cuerpos imprimiendo por primero los colores CMYK y después los dos restantes, pero no es lo más recomendable.
Aunque la hexacromía esté solo al alcance de los proyectos más ambiciosos y con mayores presupuestos, no está demás conocer las posibilidades que ofrece este modelo CMYKOG.