A pesar de la incertidumbre del momento actual, no debemos perder la ilusión por poner en marcha todos esos proyectos y nuevos hábitos que queramos incorporar a nuestra vida. Y eso mismo es lo que se propuso Amaia con Ferdai, que toma el nombre del lugar donde su aitona pasaba sus horas cultivando la tierra y cuidando de sus animales a los pies del monte Beriain, en Navarra.

Una iniciativa muy personal que nace desde el amor que su impulsora, siente por la naturaleza, y en el que cada una de las piezas que compone este proyecto ha sido elaborada con mucho mimo y detalle, respondiendo siempre a un modelo de negocio sostenible con el que crear el menor impacto posible sobre el medioambiente.

Así tanto los proveedores y colaboradores, el proceso de fabricación —realizado en España en pequeños talleres textiles, cererías artesanales e imprentas familiares con un alto componente de compromiso social y medioambiental como la nuestra—, así como la materia prima, se han seleccionado teniendo en cuenta su procedencia orgánica, vegetal, proceso de producción reciclado, etc.

Proyectos con impacto positivo a su alrededor

En nuestro caso hemos colaborado en con la realización de su colección de libretas, que van desde las más pequeñas Pocket (cosidas con hilo tipo singer), a su serie Diario (con tapa semirrígida, cantos redondos, cierre con gomas y con bolsillo posterior), pasando por Ideas y por las Refugio (las más grandes y con cinta marcapáginas).

En total cuatro modelos en las que hemos usado la gama Crush y Remake de Favini, con papeles que provienen del upciclyng (que recupera residuos inútiles en nuevos materiales) realzan las sencillas ilustraciones de Rocío Mejías, mientras que en el interior optamos por papel reciclado.

Ferdai, además de crear objetos en papel que inspiran, es un proyecto solidario. Otro de los objetivos de esta iniciativa es el de poder colaborar y apoyar a través de un porcentaje de los beneficios de cada colección a proyectos e iniciativas solidarias, que cuiden de nuestros bosques, animales, entornos rurales y en general a que el planeta y nuestra sociedad sean cada vez más conscientes de la necesidad de cuidarlo.

«Estoy muy agradecida de haber contado con Impresum para este proyecto, ya que, además de ser un equipo de personas familiar, cercano y de confianza, nos han asesorado de forma impecable en cuanto a materiales, técnicas y papeles. Este ha sido parte del éxito para crear un producto tan cuidado y delicado», nos cuenta Amaia. Siempre es un placer colaborar en proyectos como este, que simplifican nuestras vidas y generan un impacto positivo a su alrededor.

Fotos cortesía de @carmen_hache

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