Imprimimos un catálogo para Poalgi que no solo actualiza la identidad visual de la marca, sino que demuestra cómo la impresión puede convertirse en una herramienta clave para expresar carácter, sensibilidad y visión editorial.
Con una sólida trayectoria en el mundo del interiorismo de cocina y baño, la marca valenciana Poalgi ha dado un paso decidido en la evolución de su identidad visual con el lanzamiento de un nuevo catálogo que pone en valor la autoría en el diseño de producto y marca el inicio de una nueva etapa para esta empresa. La dirección de arte ha corrido a cargo del ilustrador y diseñador Sergio Membrillas, con fotografía de Contraplà y la colaboración de Irene Chiralt. La impresión ha sido realizada en nuestros talleres, cuidando cada detalle del proceso.
La colaboración entre Poalgi y Sergio Membrillas no surgió de la nada: sus caminos se cruzaron por primera vez durante una edición de Cevisama, donde Sergio realizó una ilustración para el lanzamiento de un fregadero diseñado por el Estudio Manel Molina. «Aquella colaboración dejó un muy buen sabor de boca», recuerda, y tiempo después, hablando con Clara Mínguez, directora creativa de la marca, surgió la posibilidad de ir más allá: «Querían algo más fresco, más vibrante, más cercano. Y ahí empezó todo».
Inspirado por referentes visuales escandinavos como Reform o Hay, y publicaciones como Interview Magazine o Tide, Membrillas abordó el proyecto con una intención clara: actualizar el lenguaje gráfico de Poalgi desde una mirada editorial. «Mi papel se centró en el planteamiento conceptual y la asesoría creativa, aportando también ilustraciones propias que sirvieron para resolver ciertos retos visuales y, de paso, hacer que la marca se sintiera más cercana y humana para quienes la eligen», explica.
El nuevo catálogo agrupa diferentes colecciones y productos diseñados por figuras como Javier Pastor, Francesc Rifé o el Estudio Manel Molina, y debía estar a la altura: «No se trata solo de cómo se ve un fregadero, sino de cómo una marca aparece en el mundo físico: sus catálogos, sus tarifas, sus muestrarios, su merchandising… incluso su showroom».
Un lenguaje gráfico que se expande
Durante el proceso, se consolidó una narrativa gráfica que combina lo técnico y lo emocional sin sacrificar ninguno de los dos aspectos. Uno de los momentos más singulares fue la inclusión de un cómic técnico, ideado e ilustrado por el propio Membrillas: «¿Cómo hacer que algo tan técnico se convierta en una historia estimulante, contemporánea y, por qué no, divertida? La respuesta fue clara: un cómic». La pieza sirve para explicar de manera visual y accesible el funcionamiento del producto, con personajes, ritmo y un toque de humor: «La ilustración no es solo decoración. Es lenguaje. Es narrativa. Es una herramienta poderosa para traducir ideas técnicas a un idioma universal y amigable».
El catálogo, no solo supone un punto de inflexión a nivel gráfico, sino que ha contagiado al resto de la marca. «Una cosa llevó a la otra, y lo que en principio era una pieza concreta terminó marcando el tono visual general de Poalgi», afirma Membrillas.
En este proceso, la relación que hemos establecido ha sido clave. Desde la selección de papeles —en este caso Fedrigoni Arena Smooth — hasta el enfoque en acabados, cada detalle se ha trabajado con sensibilidad y atención. «Queríamos una publicación cuidada, con carácter, capaz de dialogar con el mundo editorial contemporáneo sin perder la funcionalidad que requiere una herramienta comercial», señala. Uno de los gestos más destacados fue el cambio de papel en una de las secciones, que aporta una textura y tonalidad diferenciada, subrayando el carácter específico de esa parte del contenido. «Con el asesoramiento experto de Impresum, lo conseguimos. Ellos nos guiaron con precisión y entusiasmo por las distintas opciones», añade.
El resultado es un catálogo que refleja tanto la evolución estética de Poalgi como el cuidado que hay detrás de cada una de sus piezas. Para Membrillas, «resolver problemas desde lo estético no es pintar por pintar. Es preguntarse: “¿Cómo puedo mejorar esta experiencia con una imagen?”». En este caso, las respuestas están impresas en cada página.