El proyecto 275 pesetas de Esther Pérez surge de la intersección entre lo documental y lo personal, recuperando la memoria visual de una época y un entorno a través de retratos que marcaron sus primeros pasos como fotógrafa. Las imágenes, que formaban parte de un archivo de fotos carnet y otras instantáneas de su archivo personal y de amigos, se convierten en un testimonio colectivo que refleja lo que algunos vivieron en ese momento y que resonó en etapas posteriores.
Durante sus estudios universitarios a finales de los años 80 en Madrid, Esther Pérez encontró un apoyo económico realizando retratos de estudiantes junto a otros fotógrafos. Estas fotografías, en formato de ‘foto carnet’, se revelaban en su laboratorio y se entregaban a los profesores para las fichas académicas de cada asignatura. Con el paso del tiempo, este archivo ha adquirido un valor documental que permite explorar el contexto social y político de la época a través de gestos, miradas y expresiones.
El libro editado por Handshake y ganador de la segunda beca de publicación del Fòrum Fotogràfic Can Basté, se convierte en una mirada íntima sobre la vida universitaria de aquellos años y en un homenaje a la juventud que vivió un momento de profundos cambios y desafíos.
Un libro que despliega capas de memoria
El diseño de 275 pesetas destaca por su singular encuadernación doblemente plegada, que convierte cada doble página en una secuencia de dos capas. Esta estructura ofrece al lector la posibilidad de alternar entre contemplar los retratos o adentrarse en el contexto en el que fueron realizados. La cubierta troquelada establece un diálogo visual con la primera imagen, evocando el proceso artesanal en el que los retratos se ampliaban y recortaban en el laboratorio hasta alcanzar el formato final.
En palabras de Handshake esta publicación «no habría sido posible sin la inestimable ayuda de Impresum, que se encargó de resolver el sistema de producción, y de Encuadernaciones Gómez, que se atrevieron a embarcarse en un proyecto con grandes dificultades técnicas, ya que no existían antecedentes de una encuadernación similar».
Así, este proyecto no solo recupera sus primeros pasos en la fotografía, sino también las historias y los rostros de un Madrid universitario de finales de los ochenta. Con 275 pesetas, la autora convierte la fotografía en un espejo de la memoria colectiva y en un homenaje a las pequeñas historias que laten tras cada retrato.
